Steven Universe Wiki

Te damos la bienvenida a la enciclopedia que sigue las aventuras de Steven y sus mágicas compañeras, las Gemas de Cristal.

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Todo estaba completamente oscuro y el lugar en donde estaban se sentía completamente frío y desolado, pero de repente, todo comenzó a aclararse, y la iluminación comenzó a crecer en el lugar.. hasta que la luz generó calor.

Se podían ver en escena a dos jóvenes adolescentes acostados en el piso, frotándose la cabeza, y pestañeando constantemente.

Ellos se pararon y se observaron estupefactos, estaban viendo todo más claro que antes, a pesar de que su cabeza les seguía dando vueltas y ellos aún tenían muchas ganas de vomitar.

El chico de la derecha se tocó la frente, sintiéndola un poco caliente en su mano, y llegando a tocar un pequeño punto en ella. Él juraría que había recibido un disparo hace poco, pero la falta de recuerdos concretos y heridas le negaba esto. Estos dos chicos se sentían como si se hubiesen despertado de una muy oscura y profunda pesadilla..

Entonces, el chico de la izquierda dio unos pasos apresurados hasta llegar hacía donde estaba su amigo, y lo abrazó, con los ojos brillosos.

– ¡C-colo! ¡Estás vivo! ¡P-pensé que te había perdido! – Este chico seguía abrazando a su amigo, demostrando demasiado sus sentimientos, algo que no era muy habitual en él, pero en esta ocasión no pudo evitar expresar de esta manera su felicidad.

Pensar que tu mejor amigo te había abandonado para siempre era un sentimiento demasiado doloroso, una desolación muy grande en el fondo del corazón, como si sintieses que te faltase una parte muy importante de ti y creyeras que nunca más la volverás a rellenar o a volver a encontrar. – Yo también te extrañe mucho, y para serte sincero, eras la única persona que recordaba, y a la cual quería volver a ver en mi vida. – Dijo Colorado, correspondiendo al abrazo, haciendo sonrojar a Mamoncho.

– Yo igual. – Sonrió Mamoncho.

– Pero... – Colorado soltó a Mamoncho y observó a su alrededor. A su derecha había una silla, y un mueble en donde estaba una computadora, mientras que a su izquierda había un pequeño televisor apoyado en otro mueble.

Al frente suyo había una mesa de cristal, y atrás había un sillón.

–...En dónde estamos? – Preguntó Colorado confundido.

– No tengo ni idea, no recuerdo haber estado aquí antes. –

– Los últimos recuerdos que tengo, es sobre nosotros estando en un lugar "celestial".. pero definitivamente no recuerdo haber estado aquí. – Dijo Mamoncho, mirando a su alrededor.

– ¿Tienes alguna idea de en dónde podemos..? – Colorado no pudo terminar su frase, porque Mamoncho puso un dedo sobre su boca, callándolo.

– Shh, escucha. – Ellos se quedaron en silencio, y pudieron oír las voces de unas chicas, provenientes de la habitación de al lado.

Colorado sin siquiera pensárselo dos veces, se dirigió hacia la puerta, y Mamoncho lo siguió, pero para su desgracia, una chica abrió la puerta y los observo aterrorizada.

– ¡Aah! ¡Por favor, tomen todo lo que quieran pero no nos hagan daño! – Gritó ella, escondiéndose detrás de la puerta.

– ¡No somos ladrones! – Gritó Mamoncho, apresuradamente, sonrojándose.

– ¿N-no son ladrones? ¿Entonces qué hacen en mi casa unos extraños? – Preguntó ella confundida, aunque aún se notaba un poco de miedo en su voz.

– Bueno, paramos en tu casa porque.. em.. necesitamos ayuda. – Mintió Colorado.

– ¿Necesitan ayuda? – Preguntó la chica, un poco más calmada, dejando pasar su miedo.

Colorado y Mamoncho solo asintieron, sin poder pensar en una mejor excusa y sin saber que más decir.

– No sé cómo es que entraron a mi casa sin romper nada y sin que yo me percatase de ello, y ni siquiera sé sus nombres.. pero tomaré su palabra, no parecen mala gente y no parecen estar mintiendo, aparte, ya les dije que pueden llevarse lo que quieran, en cualquier caso, espérenme en el pasillo, que yo tengo que em, atender algo rápido, y luego los ayudo, chicos. – Espetó ella.

– ¿Podríamos saber tu nombre? Pareces alguien muy amable a pesar de tu desconfianza en nosotros. – Le preguntó Colorado.

– Sylveon, y no necesitan presentarse, luego lo harán, porque enserio ahora necesito resolver mi problema. – Dijo Sylveon, y entonces, ellos volvieron al sofá que se encontraba en el living. Sylveon cerró la puerta y luego se sentó en una silla que estaba justo al lado de su cama. La cama de Sylveon estaba actualmente ocupada por otra persona, y esa era su mejor amiga, Lively, en una estado deplorable.

Cuando Lively se desmayó, Sylveon rápidamente la recostó en su cama y le puso un paño con agua fría en su cabeza.

Sylveon creía que a Lively sólo se le había bajado la presión, porque luego de que ella haya acobijado a su amiga, ella ya estaba recuperando su color habitual y dejando su palidez. Pero Sylveon quería quedarse al lado de su amiga, para prevenir otro sangrado como el anterior.

Lively tosió un poco, cosa que sorprendió y preocupó a Sylveon.

– No, no, tranquila, estoy bien. – Le dijo Lively, alegrando a Sylveon.

– ¡Oh, santos cielos! ¡Despertaste! – Gritó Sylveon, contenta.

– ¿Te preocupe mucho, no? – Lively se reía, haciendo sonrojar un poco a Sylveon.

– Sí, por favor, no vuelvas a desmayarte y perder sangre en mi casa. – Ahora, ambas se estaban riendo.

– ¿Ya te sientes mejor, no? – Le preguntó Sylveon.

– Sí, claro que sí. – Lively se arrodilló.

– Bueno, no quisiera dejarte, pero tengo que hacerlo, ya que he recibido unas “visitas inesperadas”. –

– ¿Visitas? ¿Quiénes vinieron? –

– Para serte sincera, no tengo ni idea. Pero, ¿Te sientes lo suficientemente bien como para acompañarme al living o prefieres descansar un poco más? –

– Claro que te acompañaré.. – Lively observó su ropa, extrañada. – Juraría que mi ropa estaba un poco ensangrentada.. –

– Oh, tuve que cambiarte y limpiarte, no podía dejarte en ese mal estado y con la ropa ensangrentada. –

– Oh, ¿Así que ahora estoy usando una blusa tuya? Pues, me queda bien. – Dijo ella estirando su blusa que era de un simple color negro.

– Sí, te queda bastante bien, y ahora, vayamos por nuestras visitas. –

Lively asintió, y ambas salieron de la habitación, dirigiéndose hasta el sofá.




(Okay, dejaré una pequeña aclaración por aquí, del porque Mamoncho y Colorado aparecieron en la casa de Sylveon: En el mundo virtual, cuando ellos "mueren", sus cuerpos se quedan apagados, y luego cuando ellos volvieron a la vida, no se quedaron en el mismo lugar que murieron, ya que ese lugar se borró de la computadora del Apsomnio, así que ellos para no quedar en un vacío, al despertar, sus cuerpos inmediatamente se transportaron a uno de los lugares que la computadora está procesando actualmente)

Bueno, aclarado ello, espero no confundirlo más, y que les esté gustando la historia, si es así, por favor apoyadla, y si crees que a la historia le falta algo o debo mejorarla en algo, házmelo saber e intentaré mejorar.


(Capítulo anterior: Vita Experimental, capítulo 5: Unas vidas por vidas)

(Siguiente capítulo: Vita Experimental, capítulo 7: Mudez)

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